España logró recuperar el 99,95% de su demanda eléctrica para el 29 de abril de 2025, tras un apagón masivo que dejó sin luz a la península ibérica, Portugal y partes del sur de Francia el día anterior. El colapso, ocurrido a las 12:32 del 28 de abril, provocó la pérdida súbita de 15 gigavatios, equivalentes al 60% de la energía consumida en ese momento, según el presidente Pedro Sánchez. Red Eléctrica Española (REE) confirmó que la normalidad se restableció tras 22 horas y 45 minutos de trabajo coordinado con operadores privados y apoyo internacional.
El apagón, calificado como inédito por su magnitud, paralizó el transporte público, incluyendo trenes de alta velocidad, metro y cercanías, dejando a 35.000 pasajeros varados en más de 100 trenes. Los semáforos dejaron de funcionar, causando caos vial, y los servicios de internet y telefonía móvil colapsaron, con una caída del 50% en el tráfico de datos en Madrid. Hospitales operaron con generadores, pero una mujer de 46 años en Valencia falleció por la falta de suministro para su respirador, y una familia de tres personas murió en Albacete por intoxicación con monóxido de carbono al usar un generador.
REE descartó un ciberataque y apuntó a una caída en la generación solar como causa preliminar, tras dos eventos de desconexión en el suroeste del país con 1,5 segundos de diferencia. La investigación continúa, y Sánchez anunció que se exigirán responsabilidades a operadores privados y se reforzará el sistema eléctrico para evitar futuros incidentes. El Gobierno liberó reservas estratégicas de petróleo por tres días y movilizó a la Unidad Militar de Emergencias (UME) para asistir en zonas críticas.
La recuperación comenzó en el norte y sur peninsular a las 13:30, extendiéndose al oeste y centro del país por la tarde. Cataluña, Aragón, País Vasco, Galicia, Andalucía y otras regiones recuperaron el suministro progresivamente, apoyadas por interconexiones con Francia, que aportó 700 megavatios, y Marruecos. En Portugal, donde la demanda cayó un 93%, el servicio también se normalizó. La Unión Europea, liderada por Ursula von der Leyen, coordinó esfuerzos con España y Portugal para esclarecer las causas.
El impacto económico es significativo, con pérdidas en Cataluña estimadas en 900 millones de euros, equivalentes a un día de PIB regional. Comercios cerraron, supermercados colapsaron y la demanda de generadores y linternas se disparó un 600%. El Gobierno enfrenta críticas por la gestión de la crisis, mientras el sistema eléctrico se prepara para enfrentar futuros desafíos en un contexto de transición energética y creciente dependencia de fuentes renovables.
