Un ataque suicida perpetrado el domingo 22 de junio de 2025 en la iglesia cristiana de Mar Elías, en el barrio de Dweileh, Damasco, dejó al menos 22 muertos y 63 heridos, según el Ministerio de Salud de Siria. El atentado, atribuido al Estado Islámico (EI), ocurrió durante una misa dominical, cuando un terrorista irrumpió, abrió fuego y detonó un chaleco explosivo.
El Ministerio del Interior sirio confirmó que el atacante estaba afiliado al EI, grupo que, pese a su derrota territorial en 2019, mantiene células activas en zonas desérticas. El ministro Anas Khattab condenó el acto y aseguró que no detendrá los esfuerzos por la paz civil, mientras equipos especializados investigan las circunstancias del ataque.
La iglesia, un templo griego ortodoxo, quedó devastada, con bancos destrozados y sangre en el suelo, según imágenes de la Defensa Civil Siria. Testigos reportaron pánico entre los fieles, incluidos niños y ancianos. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos calificó el atentado como el primero de esta magnitud en Damasco en años.
El ataque, el más grave desde la caída de Bachar al Asad en diciembre de 2024, aviva temores sobre el resurgimiento del EI, que reivindicó acciones contra las nuevas autoridades el 30 de mayo. El gobierno de Ahmed al Sharaa, comprometido con proteger minorías, enfrenta críticas por incidentes sectarios recientes.
La comunidad internacional, incluyendo la ONU, Líbano, Jordania y EAU, condenó el atentado. El Patriarcado de Antioquía exigió protección para los cristianos, mientras Siria denuncia que el ataque busca desestabilizar la coexistencia nacional. Las autoridades prometen justicia y reforzar la seguridad en lugares de culto.