El gobierno de Estados Unidos confirmó la incautación de un buque petrolero que formaba parte de la denominada flota en la sombra, utilizada por el régimen de Nicolás Maduro para el comercio clandestino de hidrocarburos. Según el reporte oficial, la nave operaba bajo banderas de conveniencia y con sistemas de geolocalización apagados para trasladar crudo robado hacia mercados internacionales sin dejar rastro. Esta operación representa un golpe estratégico a las redes logísticas que permiten el financiamiento externo de las autoridades venezolanas.

El Departamento de Justicia detalló que la estructura de esta flota está diseñada para eludir las restricciones comerciales impuestas por el sistema financiero global. Las investigaciones apuntan a que el cargamento decomisado tiene un valor millonario y será procesado conforme a las leyes de confiscación de activos vinculados a actividades ilícitas. Con este decomiso, la administración estadounidense refuerza su política de vigilancia sobre las rutas marítimas del Caribe y advierte nuevas acciones contra cualquier navío que facilite el contrabando energético venezolano.









