La reciente actuación de Neymar durante el partido entre Santos y Flamengo ha desatado un conflicto interno en el club paulista, que actualmente lucha por no descender en el Brasileirão. El comportamiento público del capitán, tanto en la cancha como al ser sustituido, provocó malestar en sus compañeros y la dirigencia, al considerar que incrementó la inestabilidad del vestuario en un momento crítico.
Fuentes del club señalaron que Neymar “expuso a sus compañeros al ridículo en varias ocasiones durante el partido”, al mostrar descontento por pases fallidos y reprender al defensor Zé Ivaldo por un error que resultó en un gol rival. El fastidio escaló cuando el delantero cuestionó la decisión de Vojvoda de sustituirlo y abandonó el campo sin quedarse en el banquillo. A pesar de las actitudes, la directiva optó por no sancionar al capitán, buscando mantener la cohesión del grupo, aunque la percepción es que su comportamiento resulta más perjudicial que beneficioso.
