Dos explosiones en la madrugada del 27 de mayo de 2025 alarmaron a los moradores del centro de Guayaquil, dañando negocios de repuestos automotrices. La primera detonación ocurrió a la 1:00 a. m. en una llantera ubicada en Ayacucho y Machala, seguida de otra entre Cuenca y la Décima. No se reportaron heridos, pero los daños materiales fueron significativos, afectando la infraestructura de los locales.
La Policía Nacional investiga los incidentes, revisando cámaras de seguridad para identificar a los responsables. Los propietarios de los negocios, según reportes, habían recibido amenazas previas, lo que sugiere que los ataques podrían estar ligados a extorsión, una práctica común en Guayaquil, donde en 2023 se registraron 280 explosiones similares. Las autoridades no han confirmado si los casos están conectados con bandas como Los Águilas o Los Fatales, activas en la zona.
Estos atentados reflejan la creciente inseguridad en Guayaquil, que en 2025 lidera las estadísticas de violencia en Ecuador. La ciudadanía exige medidas urgentes al gobierno y la Alcaldía, mientras los operativos policiales se intensifican. Los comerciantes afectados, consternados, piden protección para evitar nuevos ataques en un sector ya golpeado por la delincuencia.