La Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) ha logrado un avance significativo en el control del espacio aéreo nacional con la recuperación y puesta en funcionamiento de un radar TPS-70 de largo alcance. Este equipo, clave para la vigilancia y monitoreo de las provincias amazónicas en la frontera norte de Ecuador, fue actualizado por Estados Unidos como parte de un plan de asistencia y cooperación binacional para la lucha contra el narcotráfico.
La reactivación de este radar permite a la FAE retomar el control del espacio aéreo en una zona estratégica del país, casi cinco años después de que el radar que operaba en Lumbaquí, Sucumbíos, fuera trasladado a Cerro Montecristi en Manabí en agosto de 2021. Dicho radar fue posteriormente destruido en una explosión, un hecho que aún se investiga como un posible acto de sabotaje.
Para fortalecer aún más su capacidad de vigilancia, la FAE adquirió otro radar a la empresa española Indra en 2023 por un valor de USD 24 millones, cuya llegada al país se espera para el segundo semestre de este año. Estos nuevos equipos forman parte de un proyecto integral de vigilancia, alarma y control del espacio aéreo, con una inversión total de USD 45 millones, diseñado para detectar vuelos de aeronaves relacionadas con el narcotráfico que utilizan pistas clandestinas. Con la operatividad de estos radares, se prevé un aumento de la capacidad de vigilancia del espacio aéreo del 40% al 80%, en línea con el plan de estrategia de seguridad integral de las Fuerzas Armadas. Este esfuerzo también busca robustecer la red de radares regional que Ecuador comparte con el Comando Sur de Estados Unidos desde 2021, como parte de un sistema de intercambio de información para la detección e interceptación de vuelos ilícitos.