La muerte de doce neonatos en el hospital Universitario de Guayaquil ha generado preocupación sobre las condiciones en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN). Según el hospital, las causas incluyen prematurez extrema y dos casos de infección por Klebsiella Pneumoniae, aunque se descarta contaminación en la UCIN o reutilización de insumos. Expertos señalan que la fragilidad de los neonatos, con sistemas inmunes inmaduros, los hace vulnerables a bacterias resistentes que se propagan en entornos hospitalarios sobrecargados.
Fernando Aguinaga, presidente de la Asociación de Neonatólogos del Ecuador, explicó que la mortalidad neonatal no ha disminuido en una década debido a la falta de insumos, ventiladores y personal médico. La sobrecarga de trabajo, hacinamiento en incubadoras y deficientes prácticas de higiene, como el lavado de manos, facilitan brotes infecciosos. Además, el sistema de transporte neonatal es caótico, trasladando bebés a hospitales no especializados, lo que agrava su estado.
Jesús Dawaher, infectólogo, destacó el desabastecimiento de medicamentos y equipos en hospitales públicos, lo que podría contribuir indirectamente a estas tragedias. Señaló que la Klebsiella Pneumoniae, resistente a antibióticos, requiere tratamientos costosos no disponibles en el sector público. También cuestionó la limpieza hospitalaria, afirmando que es difícil creer que sea adecuada en un sistema con múltiples carencias. Adriana Arnao, infectóloga pediatra, subrayó que esta bacteria es común en hospitales públicos por falta de higiene y programas de prevención de infecciones.
Los especialistas coinciden en la necesidad de auditorías para evaluar las condiciones hospitalarias, aumentar el personal médico, mejorar salarios y optimizar el uso de antibióticos. Arnao añadió que el hacinamiento, con hasta cuatro pacientes por habitación, contrasta con estándares internacionales de una cama por paciente. La falta de programas de control de infecciones y la escasez de infectólogos en hospitales públicos agravan la crisis, dejando a los neonatos en alto riesgo.