El 30 de julio de 2025, decenas de familias de Santa Elena, Ecuador, se desplazaron al cerro El Tablazo ante el temor de un tsunami, cuya primera ola se espera a las 11:16 tras un sismo de magnitud 8,7 en Kamchatka, Rusia. Mónica Tocto, de Puerto Nuevo, llegó a las 09:00 para evitar riesgos, mientras Angela Torres, con sus cinco hijos y una mochila de emergencia con alimentos, agua y abrigos, planea quedarse hasta recibir indicaciones oficiales.
La Capitanía de Puerto emitió disposiciones para proteger vidas y embarcaciones: todas las naves en puertos y playas como Santa Elena, Chipipe, San Lorenzo y Montañita deben zarpar a profundidades superiores a 15 metros antes de las 10:00 o ser aseguradas. La pesca en orillas y la recolección de crustáceos están prohibidas mientras dure la alerta, al igual que las actividades turísticas marítimas y fluviales desde las 08:00 hasta al menos las 15:30 o la cancelación de la alerta por el Inocar.
El ingreso de bañistas al mar y la permanencia en playas también están restringidos desde las 08:00. Las autoridades emitirán boletines por el canal 16 portuario para mantener informada a la población. Estas medidas buscan minimizar daños a embarcaciones y garantizar la seguridad ante posibles olas de hasta 1 metro en la costa continental, según el Inocar.
Residentes como Tocto y Torres, equipados con provisiones, reflejan la preocupación general en Santa Elena. Las autoridades locales, en coordinación con el Inocar, mantienen un monitoreo constante y piden a la población seguir las indicaciones oficiales para evitar riesgos mientras se evalúa la evolución del fenómeno en el Pacífico.