En un incidente que sacudió el mundo del entretenimiento, Johnson Wen, un fanático australiano de 26 años, ha sido deportado de Singapur y vetado de por vida para reingresar al país tras atacar a la superestrella Ariana Grande durante la premiere de la esperada secuela Wicked: For Good. El suceso, ocurrido el pasado 13 de noviembre en los Universal Studios de Singapur, no solo generó pánico en la alfombra roja, sino que también resaltó los riesgos de seguridad en eventos de alto perfil.
Todo comenzó en medio del glamour de la presentación mundial de la película, dirigida por Jon M. Chu y que continúa la historia del exitoso musical de Broadway. Mientras Ariana Grande, quien interpreta a Glinda, posaba para las cámaras junto a su coprotagonista Cynthia Erivo (en el rol de Elphaba), Wen saltó las barreras de seguridad y corrió directamente hacia la cantante. Con un movimiento impulsivo, apoyó un brazo sobre los hombros de Grande y comenzó a brincar a su lado, en lo que parecía un intento desesperado por captar atención. El momento fue capturado en videos virales que circularon rápidamente por redes sociales, mostrando el caos que se desató en cuestión de segundos.
La rápida intervención de Cynthia Erivo fue clave para evitar un desenlace peor. La actriz, conocida por su poderosa interpretación en la cinta, se interpuso de inmediato entre el intruso y su amiga, empujándolo con fuerza para alejarlo mientras el equipo de seguridad lo sometía. “No estaba pensando mucho… Solo quería asegurarme de que mi amiga estuviera bien… nunca sabes con estas cosas, y ese fue mi primer instinto”, relató Erivo en una entrevista exclusiva con Today, visiblemente conmovida por el episodio.
Wen, quien había llegado a Singapur con un permiso de visita social de 90 días, fue arrestado en el acto y acusado de “molestar al público”. Durante el juicio, el juez Christopher Goh no tuvo piedad: lo describió como un “buscador de atención” con un comportamiento “no sano ni excusable”. La sentencia incluyó nueve días de cárcel, que Wen cumplió antes de ser deportado el 23 de noviembre por la Autoridad de Inmigración y Control de Fronteras de Singapur. Ahora, el fanático enfrenta una prohibición permanente de reingreso, una medida drástica que busca disuadir futuros incidentes similares.
Este no es el primer roce de Wen con la ley en eventos públicos. El tribunal reveló un historial alarmante: el australiano ha irrumpido previamente en conciertos de Katy Perry y The Weeknd, así como en competencias deportivas de alto nivel. Este patrón de conducta impulsiva fue un factor clave en la severidad de la sanción, enviando un mensaje claro sobre las consecuencias de violar la seguridad en espacios compartidos por celebridades y público.
El impacto emocional en Ariana Grande y su equipo ha sido profundo, aunque la cantante ha optado por el silencio público hasta el momento. Por su parte, Cynthia Erivo ha usado la experiencia para reflexionar sobre su vínculo con Grande. En una proyección especial de la película la semana pasada, la actriz compartió: “Hemos pasado por muchas cosas… incluso esta última semana. Esta película nos ha permitido crecer como personas, como amigas, como hermanas, como artistas”. Agregó que su conexión con Grande es “como la de hermanas” y que, aunque el incidente fue doloroso, ha fortalecido su relación tanto en la pantalla como fuera de ella.
La industria del cine y la música ha reaccionado con preocupación ante este suceso, que ocurre en un momento de auge para Wicked: For Good, la segunda parte de la saga que ya ha generado expectación global por su elenco estelar y su banda sonora. Universal Pictures emitió un comunicado oficial enfatizando su compromiso con la seguridad de sus artistas y prometiendo revisiones en los protocolos de eventos futuros.
Mientras el mundo espera el estreno oficial de la película el próximo mes, este episodio sirve como recordatorio de los límites entre la admiración de los fans y el respeto a la privacidad y seguridad personal. ¿Podrá la justicia de Singapur inspirar medidas más estrictas en otros países? Solo el tiempo lo dirá, pero por ahora, Johnson Wen se queda fuera de las luces que tanto anhelaba.
