Michael Bernard Bell, de 54 años, será ejecutado por inyección letal el 15 de julio de 2025 a las 6:00 p.m. en la prisión estatal de Florida, cerca de Starke, por el asesinato en 1993 de Jimmy West, de 23 años, y Tamecka Smith, de 18, en Jacksonville. Esta será la octava ejecución en Florida este año, igualando el récord de 1984 y 2014, y la 26ª en EE. UU. en 2025, la cifra más alta en una década.
Bell, motivado por vengar la muerte de su hermano Lamar, asesinado en defensa propia por Theodore Wright, atacó con un AK-47 un auto que creía pertenecía a Wright, sin saber que este lo había vendido a West, su medio hermano. Los hechos ocurrieron fuera de un bar, donde Bell disparó contra West, Smith y una multitud, matando a la pareja. También fue condenado por tres asesinatos previos en 1989.
La defensa de Bell apeló durante tres décadas, alegando recientemente que dos testigos fueron coaccionados por un detective y un fiscal para mentir en el juicio de 1995. Sin embargo, el 23 de junio de 2025, los testigos se retractaron, y la Corte Suprema de Florida rechazó la apelación, citando “evidencia abrumadora” de culpabilidad.
Con esta ejecución, Florida, bajo el gobierno de Ron DeSantis, refuerza su ritmo acelerado de penas capitales, generando críticas de organizaciones que denuncian falta de revisión federal completa y posible sesgo racial en el caso de Bell.
