Imágenes satelitales han revelado la presencia de una flota estadounidense cerca de las costas de Trinidad y Tobago, incluyendo el buque de asalto anfibio USS Iwo Jima (LHD-7), un destructor Arleigh Burke y un buque anfibio LPD.
Estas naves forman parte de la Operación Southern Spear (Lanza del Sur), una ofensiva anunciada por la administración del presidente Donald Trump el 13 de noviembre con el argumento de frenar el narcotráfico en el Caribe.
- Objetivo de EE. UU.: El secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, indicó que la misión busca “expulsar a los narcoterroristas de nuestro hemisferio” y proteger la “vecindad de Estados Unidos”.
- Ataques Letales: Desde agosto, el despliegue ha provocado 21 ataques letales contra embarcaciones, con un saldo de 82 muertos.
Postura de Trinidad y Tobago vs. Venezuela
La presencia de la flota coincide con ejercicios conjuntos programados del 16 al 21 de noviembre entre la Defensa de Trinidad y Tobago y la 22ª Unidad Expedicionaria de Marines de EE. UU..
- Trinidad y Tobago Defiende la Operación: El ministro de Relaciones Exteriores, Sean Sobers, defendió la presencia militar como una “forma de seguridad para el Caribe” que apoya cualquier iniciativa contra el tráfico de armas, drogas y trata de personas. La primera ministra, Kamla Persad-Bissessar, reafirmó el respaldo a Washington, negando que su país se preste para planear una invasión a Venezuela.
- Denuncia de Venezuela: El gobierno venezolano ha denunciado que las maniobras frente a sus costas son una provocación diseñada para detonar una reacción que justifique una incursión armada en su territorio.
Analistas señalan que la cercanía geográfica de Trinidad y Tobago con Venezuela (a unos 15 kilómetros) lo convierte en un punto estratégico para vigilar las rutas de contrabando que conectan con territorio venezolano.








