El Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) detuvo a dos ciudadanos rusos acusados de colaborar con la inteligencia ucraniana. En Crimea, anexionada por Rusia en 2014, un hombre nacido en 1981 fue arrestado por alta traición. Reclutado en 2023 por el Ministerio de Defensa ucraniano, el residente de Feodosia recopilaba información estratégica, realizaba videovigilancia y obtenía coordenadas de instalaciones militares rusas, datos que podrían usarse para sabotajes o ataques con misiles, según el FSB.
En Udmurtia, a casi mil kilómetros de Moscú, otro ciudadano fue detenido por planear el asesinato de un alto empleado de una empresa de defensa rusa. El FSB informó que el sospechoso fabricó un explosivo casero bajo instrucciones de los servicios de seguridad ucranianos para ejecutar el atentado.
Ambos casos reflejan las tensiones entre Rusia y Ucrania, con el FSB intensificando sus esfuerzos para contrarrestar actividades de inteligencia extranjera. Las detenciones subrayan la vigilancia rusa sobre posibles amenazas internas en regiones estratégicas.