En una operación en El Hatillo, cerca de Caracas, autoridades venezolanas descubrieron un arsenal de guerra en una casa de campo, que incluía 23 fusiles, granadas, municiones de diversos calibres y lingotes de plomo para fabricar proyectiles. El ministro del Interior, Diosdado Cabello, destacó un fusil calibre .50 con mira telescópica y silenciador, capaz de derribar helicópteros, según informó el 19 de agosto de 2025.
El armamento estaba escondido en caletas secretas, una detrás del respaldar de una cama y otra tras un estante. Cabello vinculó el hallazgo a supuestos planes conspirativos de la oposición, mencionando a María Corina Machado, y calificó las armas como herramientas de “sectores fascistas”. La televisión estatal mostró imágenes de las caletas, evidenciando la sofisticación del escondite.
Ocho personas fueron detenidas por este caso. Las autoridades expresaron sorpresa por el supresor de ruido en el fusil .50, un elemento poco común que resalta la peligrosidad del arsenal. La investigación continúa para rastrear otras posibles caletas con armamento en el país.