Cambridge, Estados Unidos – En un movimiento legal significativo, la Universidad de Harvard ha presentado una demanda contra la administración del expresidente Donald Trump para impugnar una controvertida política que busca prohibir la matrícula de estudiantes internacionales en universidades estadounidenses. Esta medida, impulsada en su momento por el Departamento de Seguridad Nacional, generó un amplio rechazo en el sector académico y ahora enfrenta una batalla legal por parte de una de las instituciones más prestigiosas del mundo.
La demanda de Harvard argumenta que la decisión de la administración viola la ley y las normativas existentes, que permiten a las universidades estadounidenses acoger a estudiantes de todas partes del mundo. La política en cuestión pretendía que las instituciones no pudieran inscribir a estudiantes extranjeros, y los que ya estaban matriculados se verían forzados a transferirse o, de lo contrario, perderían su estatus legal en el país.
Aunque la noticia original menciona una “prohibición de matricular” y no específicamente la “deportación” de estudiantes extranjeros, el impacto de una medida de esta naturaleza es vasto y perjudicial. Afecta directamente la diversidad académica, la investigación y la economía de las universidades, así como el futuro de miles de estudiantes de todo el mundo que buscan una educación superior en Estados Unidos. La batalla legal entre Harvard y la administración Trump subraya la tensión entre las políticas migratorias restrictivas y los intereses de la educación superior en el país.