En las provincias de Cotopaxi y Chimborazo, el clima extremo está golpeando con fuerza al sector agrícola y ganadero. Más de 1.200 hectáreas de cultivos han resultado afectadas por las heladas y las variaciones drásticas de temperatura, generando pérdidas que en algunos casos superan el 80 % de la producción.
Durante la noche, los termómetros descienden hasta los -3 °C, congelando las plantas y quemando sus tejidos. Sin embargo, en el día, el fuerte sol acelera el deterioro, provocando que los cultivos terminen por secarse.
En Chimborazo, el fenómeno también ha destruido extensas áreas de pastizales, dejando sin alimento al ganado y agravando la situación de los productores.
Las autoridades locales y los gremios agrícolas advierten que la situación requiere medidas urgentes para mitigar el impacto en la economía rural y garantizar la seguridad alimentaria de la región.
