Un operativo de gran escala ejecutado por la Policía Nacional de Ecuador desarticuló una red vinculada al grupo armado Comandos de la Frontera, resultando en la captura de 16 personas, entre ellas Kerly Álvarez, hija de Roberto Carlos Álvarez, alias “Gerente”, presunto cabecilla de esta organización criminal. La operación, que abarcó las provincias de Santo Domingo de los Tsáchilas, Sucumbíos, Guayas y Orellana, expuso una sofisticada estructura dedicada al narcotráfico, lavado de activos y delincuencia organizada, con conexiones transnacionales que llegan hasta Centroamérica y España.
Kerly Álvarez, junto con su hermano Carlos Álvarez, fue señalada como accionista de siete empresas en Ecuador, utilizadas como fachada para lavar dinero proveniente de actividades ilícitas. Según la Fiscalía General del Estado, la investigación, liderada por la Unidad Nacional Especializada de Investigación contra la Delincuencia Organizada Transnacional (Unidot), reveló que los hermanos participaban activamente en la red financiera de Comandos de la Frontera. Interceptaciones telefónicas y seguimientos policiales demostraron que Kerly y Carlos gestionaban transferencias, compraventa de activos e inversiones en bienes raíces, canalizando fondos ilícitos a través de estas empresas. La operación culminó con la detención de 14 de los implicados, quienes enfrentan cargos por delincuencia organizada, tráfico de drogas y lavado de activos.
Comandos de la Frontera, un grupo surgido en 2017 tras la desmovilización de las FARC, opera principalmente en el departamento colombiano de Putumayo y la frontera con Ecuador, donde controla el narcotráfico y la minería ilegal. Bajo el liderazgo de alias “Gerente”, quien permanece prófugo, la organización ha extendido su influencia a provincias ecuatorianas como Sucumbíos, donde se han encontrado campamentos y propaganda. La captura de Kerly Álvarez representa un golpe significativo a la estructura financiera del grupo, que, según InSight Crime, mueve cargamentos de cocaína hacia puertos ecuatorianos y mantiene alianzas con bandas locales como Los Lobos.
El operativo también destacó por la incautación de pruebas clave, incluyendo reportes telefónicos y registros de transacciones que detallan las operaciones de lavado. La Fiscalía presentó en la audiencia de formulación de cargos un informe que detalla cómo los Álvarez utilizaban su red de empresas para legitimar ingresos ilícitos, un esquema que involucraba a testaferros y operadores logísticos. Este caso se suma a otras acciones contra el grupo, como la captura en 2023 de Juan Carlos Ch., alias “Chabalo”, y Alfredo O., alias “Búfalo”, quienes facilitaban el transporte de droga desde Sucumbíos.
La detención de Kerly Álvarez ha generado revuelo en Ecuador, especialmente tras revelarse en redes sociales que participaba en concursos de compras públicas desde hacía años, lo que levanta sospechas sobre posibles conexiones con funcionarios corruptos. El caso subraya los desafíos que enfrenta el país en su lucha contra el crimen organizado, donde la porosidad de la frontera y el poder económico de grupos como Comandos de la Frontera complican los esfuerzos de seguridad. Las autoridades ecuatorianas, en coordinación con Colombia, han intensificado los operativos para desmantelar estas redes, mientras la investigación contra los Álvarez continúa para identificar a otros implicados en esta red transnacional.