En septiembre de 2024, Grace Soraya, de 50 años, fue reportada como desaparecida por su hijo, Jean Pierre P. P., de 30 años, en Alangasí, Quito. El 4 de septiembre, la Policía halló el cuerpo de una mujer estrangulada en una zanja, identificado por Jean Pierre como su madre. Las investigaciones, respaldadas por cámaras de seguridad y testigos, señalaron al hijo como sospechoso. Una vecina vio a un hombre con una maleta negra cubierta de plástico, que resultó ser el medio para ocultar el cuerpo.
Jean Pierre confesó haber estrangulado y asfixiado a su madre entre el 2 y 3 de septiembre tras una discusión por no tender la cama. La Fiscalía demostró el crimen con pruebas de ADN en la escena y la maleta, además de 18 archivos de video. Una pericia psiquiátrica reveló impulsividad cognitiva y motora en el acusado, pero sin enfermedades mentales, descartando atenuantes.
El Tribunal de Garantías Penales lo sentenció a 40 años de prisión por asesinato, aplicando la pena máxima agravada bajo el artículo 140 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que sanciona el homicidio de un ascendente, y el artículo 47, numeral 21, por violencia contra una mujer que causó la muerte. También ordenó pagar 20.000 dólares como reparación a los herederos.
A pesar de la colaboración del acusado, el Tribunal rechazó atenuantes debido a la gravedad del delito. La sentencia, notificada a la familia, refleja la aplicación estricta de la ley en casos de violencia de género y parricidio, marcando un precedente en la justicia ecuatoriana.
