La frágil reconciliación entre Britney Spears y sus hijos se ha roto nuevamente. Sean Preston (20) y Jayden James (19), frutos de su matrimonio con Kevin Federline, decidieron suspender toda comunicación con la estrella pop tras ser testigos de situaciones “impactantes” en su hogar, según confesó el exbailarín en Piers Morgan Uncensored.
“Uno de mis hijos vino a mí llorando y dijo: ‘No sé qué hacer, tengo miedo de que mamá se muera’”, relató Federline. Aunque evitó detalles específicos —“eso lo dirán ellos si algún día quieren”—, enfatizó que los jóvenes están “aterrados” y no saben cómo ayudar a su madre.

El quiebre ocurre meses después de varios encuentros que parecían mejorar la relación. Jayden había visitado a Britney en múltiples ocasiones durante el último año, pero dejó de hacerlo abruptamente. Sean Preston, por su parte, rechazó volver tras un único encuentro en 2025.
Las declaraciones coinciden con el lanzamiento del libro de memorias de Federline, You Thought You Knew, donde describe el deterioro progresivo de Spears desde el fin de su tutela en 2021. “El reloj está corriendo. No se trata de libertad, sino de supervivencia”, advierte, llamando a los seguidores del movimiento #FreeBritney a priorizar ahora el bienestar real de la artista.









