Los supermercados enfrentan una ola de hurtos, con un aumento del 93% en incidentes y 90% en pérdidas económicas entre 2019 y 2023, según la Federación Nacional de Minoristas de EE.UU. Los minoristas reportan 177 robos diarios en promedio, con picos de más de mil, y un 42% de los casos involucran violencia o agresividad.
La cadena británica Iceland ofrece una libra esterlina a clientes que reporten robos, buscando reducir pérdidas de 20 millones de libras anuales. Sin embargo, un experimento del Departamento de Justicia de EE.UU. demostró que las recompensas no aumentan las denuncias, ya que estas dependen de motivaciones intrínsecas. Las cajas de autopago complican distinguir entre errores y hurtos intencionales.
El crimen minorista organizado eleva los precios en un 1%, un “impuesto oculto” que pagan los consumidores, según investigadores. Pese a estrategias como la de Iceland, la falta de evidencia sólida y la ineficacia de incentivos monetarios dificultan combatir esta creciente problemática.