Un voraz incendio en el macizo de Corbières, a 30 km de Narbona, ha devastado 14,000 hectáreas desde el martes, convirtiéndose en uno de los mayores de la historia de Francia. Una mujer murió al no evacuar su casa en Saint Laurent de la Cabrerisse, otra persona está desaparecida y dos resultaron heridas, una de gravedad.
El fuego, que avanza con un perímetro de 90 km, ha herido a siete bomberos levemente y a uno de gravedad tras el vuelco de un camión. Más de 1,800 bomberos, 600 vehículos, seis hidroaviones, cuatro bombarderos de agua y tres helicópteros combaten las llamas, mientras 200 gendarmes gestionan el caos vial por el corte de la autopista A9.
El incendio, iniciado en Ribaute posiblemente por una colilla, se propagó a 6 km/h impulsado por el viento. La ministra Agnès Panier-Runacher destacó que la superficie quemada equivale a todo lo arrasado en Francia en 2024. El presidente Macron aseguró que se han movilizado todos los recursos nacionales.
El primer ministro François Bayrou visitará el lugar hoy. Las autoridades piden prudencia y sospechan un origen humano, mientras el siniestro, comparado con los devastadores incendios de Burdeos de 1949 y 2022, sigue fuera de control.
