Desde las 07:00 de este miércoles 31 de diciembre, los puntos tradicionales de venta de carnes en Guayaquil registran una afluencia masiva de ciudadanos. Establecimientos emblemáticos, como El Sabrosón, que cuenta con 47 años de trayectoria, iniciaron su jornada con filas de clientes que madrugaron para asegurar las piezas principales de su banquete. Roxana Molina, administradora del local, confirmó que el cerdo es el producto más solicitado para esta fecha, superando ligeramente al pavo en volumen de ventas, con precios que se mantienen estables en 3,60 dólares y 3,70 dólares por libra, respectivamente.
La logística de los consumidores incluye esperas de hasta 30 minutos para adquirir piernas de chancho que parten desde las 10 libras, o pavos desde las 15 libras. Los compradores, provenientes de sectores como el norte, sur y el centro de la ciudad, coinciden en que la calidad del producto justifica la espera y el esfuerzo de madrugar. Para agilizar las transacciones y reducir el uso de efectivo, muchos locales han implementado el sistema de transferencias bancarias, facilitando el despacho de pedidos que, en algunos casos, fueron reservados con semanas de antelación.
El dinamismo económico de este último día del año también beneficia a los comerciantes de guarniciones. En los exteriores de los centros de expendio, se ofertan tarrinas de relleno artesanal a 10 dólares, elaboradas con ingredientes como nueces, aceitunas y vino. Otros acompañantes esenciales, como el mote y las bandejas de aluminio para el horneado, se comercializan en valores de 1 y 2 dólares, respectivamente. Esta actividad comercial, que se extiende hasta agotar el stock, refleja la importancia que las familias guayaquileñas otorgan a la cena de Fin de Año como un espacio de unión y esperanza para el 2026.








