Después de 13 años de entrega, goles y gloria, Jamie Vardy dirá adiós al Leicester City, el club que lo catapultó de las divisiones inferiores al olimpo del fútbol inglés. A sus 38 años, el delantero ha decidido no continuar en el equipo tras el reciente descenso, cerrando un capítulo inolvidable que comenzó en 2012, cuando llegó por apenas 1 millón de libras.
Vardy no solo se va como ídolo, se marcha como leyenda viva del King Power Stadium. Muy cerca de cumplir los 500 partidos con la camiseta de los Foxes, el atacante acumula 143 goles en Premier League, una cifra que lo ubica como el cuarto máximo anotador con un solo club, solo por detrás de Harry Kane, Sergio Agüero y Thierry Henry.
El próximo domingo 18 de mayo, el estadio será testigo de su último partido como local, una cita que promete ser tan emotiva como histórica. No solo se despide un jugador, se despide el hombre que rompió récords como el de marcar en 11 partidos consecutivos de Premier League y que se convirtió en el jugador más veterano en ganar una Bota de Oro en Inglaterra.
En su palmarés quedan conquistas que parecían imposibles: dos Championship, una inolvidable Premier League en 2016, una FA Cup y una Community Shield. Y en la memoria del hincha, actuaciones como sus hat-tricks ante equipos de Guardiola o esa capacidad única de superar cada límite que el fútbol le puso.
Jamie Vardy no solo fue un delantero. Fue el alma de un Leicester que soñó y ganó contra todo pronóstico. Su historia no termina, pero sí su legado con los Foxes. Y ese será eterno.
