Japón se suma a la vanguardia armamentística con un arma que parece sacada de la ciencia ficción. Desarrollado por Kawasaki Industries bajo la supervisión de la Agencia de Adquisiciones, Tecnología y Logística (ATLA), este láser de fibra representa una solución estratégica frente a las amenazas aéreas modernas y los altos costos de la munición convencional.
⚙️ Especificaciones técnicas del sistema
El arma no es un solo emisor, sino una compleja integración de ingeniería óptica:
- Potencia total: cien kilovatios ($100 \text{ kW}$), logrados al combinar diez láseres individuales de diez kilovatios cada uno.
- Tecnología de fibra: Utiliza fibra óptica de estado sólido dopada con tierras raras para amplificar la luz y generar un haz concentrado con precisión quirúrgica.
- Dimensiones: El equipo se compone de dos módulos abovedados de aproximadamente doce metros de longitud cada uno.
- Plataforma: Se encuentra a bordo del JS Asuka, un buque de pruebas de seis mil doscientas toneladas.
🛡️ Ventajas tácticas y objetivos
La principal misión de este cañón láser es la defensa contra amenazas asimétricas y saturación de espacio aéreo:
- Blancos: Está diseñado específicamente para neutralizar drones, proyectiles de mortero y blancos aéreos ligeros.
- Munición “infinita”: Mientras el buque genere electricidad, el arma puede seguir disparando. Esto elimina la dependencia de cargadores físicos y logística de proyectiles.
- Costo por disparo: El uso de energía eléctrica es significativamente más barato que disparar misiles interceptores tradicionales que pueden costar millones de dólares por unidad.
🗓️ Próximos pasos y desafíos
Aunque el prototipo ya está embarcado, su operatividad real aún enfrenta barreras importantes:
- Pruebas en el mar: Están programadas para después del veintisiete de febrero de dos mil veintiséis. Allí se evaluará cómo afectan la humedad, el salitre, el viento y el movimiento de la cubierta al haz de luz.
- Limitaciones actuales: El sistema requiere una enorme cantidad de energía y potentes sistemas de refrigeración. Además, su eficiencia energética es limitada, oscilando apenas entre el veinticinco y el treinta y cinco por ciento.
A pesar de que su despliegue definitivo podría tardar varios años más, este avance coloca a Japón en un grupo selecto de naciones capaces de operar armas de energía dirigida en entornos marítimos reales.








