Un caso de estafa y manipulación familiar salió a la luz cuando una joven simuló su propio secuestro para exigir dinero a su madre con la promesa de liberación. Según las investigaciones preliminares, la sospechosa se autoamarraba y enviaba imágenes a la progenitora en las que simulaba estar privada de libertad, bajo amenazas de muerte si no pagaba el supuesto rescate.
El engaño ocurrió en un domicilio de La Troncal y movilizó a la Policía y a familiares, que supuestamente iniciaron gestiones de pago para recuperar a la víctima. Cuando las autoridades detectaron la inconsistencias en los mensajes y testimonios, se inició una investigación por estafa agravada.
Este episodio evidencia cómo en contextos de tensión social y paralizaciones pueden surgir nuevas modalidades de delito, explotando el miedo de las familias para obtener réditos económicos. Las autoridades de la provincia de Cañar advirtieron sobre este tipo de estafas y pidieron a la ciudadanía verificar cualquier solicitud de dinero bajo presión o coacción.