Un juez federal en Washington, Randolph D. Moss, anuló una orden ejecutiva de Donald Trump que buscaba negar el asilo a migrantes en la frontera sur, dictaminando que el presidente no puede ignorar las leyes migratorias establecidas por el Congreso desde 1980.
La orden, firmada el 20 de enero, día de la toma de posesión de Trump, pretendía suspender el programa de refugiados y establecer nuevas reglas no contempladas en la legislación vigente, según el periodista Ricardo Sánchez Silva. Moss enfatizó que ni la Constitución ni la ley migratoria otorgan al presidente autoridad para reemplazar los procedimientos de asilo.
El fallo, de 128 páginas, protege a solicitantes de asilo certificados como clase legal tras una demanda de tres organizaciones en representación de 13 migrantes. La decisión, que entra en vigor en 15 días, se espera sea apelada por la administración Trump.
Moss reconoció los retos del Ejecutivo para controlar la inmigración irregular, pero subrayó que las proclamaciones presidenciales no pueden anular el derecho al asilo ni los procedimientos establecidos por el Congreso.
La sentencia refuerza el sistema de asilo, garantizando que quienes demuestren temor creíble de persecución puedan buscar refugio, en un contexto de tensiones por las políticas migratorias de Trump.
