La Asociación del Fútbol Argentino se encuentra bajo la lupa judicial tras el inicio de una investigación por presunto lavado de dinero y administración fraudulenta. Las autoridades correspondientes ordenaron una serie de diligencias para analizar los movimientos financieros y los contratos de patrocinio firmados en los últimos periodos fiscales. Esta investigación surge a raíz de denuncias que señalan irregularidades en la gestión de fondos provenientes de derechos de transmisión y acuerdos comerciales internacionales. Los peritos contables trabajan actualmente en el cruce de datos para identificar posibles desvíos de capitales.

El escándalo ha generado una fuerte repercusión en el ámbito deportivo y político de Argentina, poniendo en cuestionamiento la transparencia de la dirigencia actual. Fuentes judiciales indicaron que se están solicitando informes detallados sobre transferencias bancarias y registros de proveedores que podrían estar vinculados a sociedades pantalla. Por su parte, los representantes de la institución deportiva han manifestado su disposición para colaborar con el proceso, aunque aseguran que todas sus operaciones cumplen con la normativa legal vigente. El avance de esta causa podría derivar en sanciones administrativas y penales severas para los involucrados.

Es la segunda vez este mes que agentes de la policía federal ingresan a las oficinas de AFA, una en capital y otra en la localidad bonaerense de Ezeiza, en medio de una ofensiva judicial inédita contra el presidente de la organización deportiva, Claudio Tapia, y el tesorero, Pablo Toviggino, quienes enfrentan varias investigaciones paralelas sobre su patrimonio y el manejo financiero de la entidad.








