Kanye West ha vuelto a ser el centro de la controversia tras la reciente actualización de la demanda presentada por su exasistente, Lauren Pisciotta, quien lo acusa de agresión sexual, agresión física y privación ilegal de libertad. La demanda, que inicialmente se interpuso en junio de 2024 por acoso sexual y despido injustificado, fue enmendada para incluir estas graves acusaciones. Según el equipo de West, las afirmaciones de Pisciotta son “una fantasía absurda y contradictoria”. Un portavoz de Yeezy declaró a Page Six que “esta es la cuarta versión que presenta Lauren Pisciotta.
Cada nueva revisión se contradice con la anterior; cada una es más absurda y extravagante que todas las anteriores juntas”. Además, el entorno del rapero sostiene que las acusaciones son un intento de extorsión y que los tribunales no son lugar para “delirios ni trastornos mentales”. Pisciotta, por su parte, alega que West la manoseaba, le enviaba imágenes sexuales explícitas y la ofrecía sexualmente a terceros, además de haberla agredido físicamente tras su despido.

Las declaraciones del equipo del rapero no se quedaron ahí y aseguraron que “los tribunales no son lugar para alimentar delirios ni trastornos mentales”, intensificando el tono del enfrentamiento legal. La nueva demanda, presentada en julio, amplía las acusaciones originales de Lauren Pisciotta, quien trabajó para West como parte del equipo de Yeezy.
En ella, afirma que el músico la agredió sexualmente durante un viaje de trabajo a San Francisco, tocándola sin consentimiento mientras se masturbaba y, posteriormente, forzándola a realizarle sexo oral mientras ella “se encontraba congelada por el shock y el miedo”.

Lauren también alega que Kanye la ofreció sexualmente a terceros, hizo comentarios obscenos sobre su cuerpo, le exigía usar ropa ajustada, la manoseaba constantemente, le enviaba imágenes sexuales explícitas y le pedía que lo acompañara en encuentros sexuales grupales, a lo cual ella siempre se negó.
En otro de los pasajes más inquietantes de la denuncia, la exempleada asegura que después de su despido, Kanye West se mudó al mismo edificio donde ella vivía, lo cual le hizo temer por su seguridad. También lo acusa de haberla agarrado del cuello y lamerle la oreja en un acto no consentido.