Kevin Spacey, el dos veces premiado con el Óscar por The Usual Suspects y American Beauty, admitió en una extensa entrevista concedida al diario británico The Telegraph que actualmente no tiene hogar y sobrevive alojándose en hoteles y apartamentos Airbnb, ocho años después de que las acusaciones de agresión sexual destrozaran su carrera.
“Vivo en hoteles, vivo en alojamientos de Airbnb, voy donde está el trabajo. Literalmente no tengo hogar, eso es lo que intento explicar”, declaró el actor de 66 años, quien se encontraba en Chipre actuando en un show de cabaret en un resort de lujo. Spacey explicó que su mansión en Baltimore (Maryland), donde residía desde hace más de una década por el rodaje de House of Cards, fue embargada y sus pertenencias están guardadas en un almacén.
Aunque describió su situación económica como “no muy buena” y reconoció que la bancarrota “se ha discutido”, el intérprete enfatizó que aún no ha llegado a ese extremo. “He tenido muy pocos ingresos y muchos gastos. De una forma extraña, siento que he vuelto al punto de partida”, agregó.
Las acusaciones contra Spacey comenzaron en 2017 cuando el actor Anthony Rapp lo denunció por un supuesto avance sexual cuando este tenía 14 años. Desde entonces, más de 30 hombres lo han señalado por conducta sexual inapropiada. Como consecuencia inmediata, Netflix lo despidió de House of Cards, lo reemplazaron en la película All the Money in the World y cancelaron otros proyectos. Los costos legales han sido “astronómicos”, según el propio Spacey.
A pesar de ello, el actor ha salido absuelto en todos los procesos judiciales: en 2022 un jurado de Nueva York lo declaró no responsable en la demanda civil de Rapp; en 2023 fue declarado no culpable en Londres de nueve cargos de agresión sexual contra cuatro hombres; y otros casos han sido desestimados o archivados.
En los últimos meses, Spacey ha intentado resucitar su carrera con apariciones marginales: actuó en Chipre con un espectáculo de canciones y anécdotas acompañado por una big band, y recientemente recibió un premio honorífico en Cannes. Figuras como Sharon Stone, Liam Neeson y Stephen Fry han pedido públicamente su regreso a Hollywood, pero las grandes productoras siguen manteniéndolo en la lista negra.
“Si mañana me llaman Martin Scorsese o Quentin Tarantino, todo esto terminaría”, afirmó Spacey, comparando su ostracismo con la caza de brujas del macartismo en los años 50.
En el documental Spacey Unmasked (estrenado en 2024), el actor volvió a negar las acusaciones: “Asumo toda la responsabilidad por mi comportamiento pasado, pero no puedo asumir responsabilidad ni disculparme por cosas que alguien inventó o exageró sobre mí. Jamás le dije a nadie que le ayudaría en su carrera a cambio de favores sexuales”.
A sus 66 años, Kevin Spacey asegura que el público nunca le dio completamente la espalda y se muestra optimista sobre un posible regreso, aunque por ahora su vida transcurre entre maletas, habitaciones de hotel y actuaciones esporádicas en escenarios lejanos a los grandes focos de Hollywood.
