Kim Kardashian volvió a captar la atención del mundo de la moda al protagonizar la portada de la edición francesa de Vogue en una sesión fotográfica que evoca el glamour de Marilyn Monroe. La empresaria de 44 años posó desnuda, luciendo exclusivamente joyas de alta gama de Cartier, en una producción que combina elegancia y audacia.
En la imagen principal, publicada en blanco y negro, Kim aparece recostada sobre una cama con sábanas blancas, destacando un imponente collar rígido de diamantes de Cartier que cae en cascada sobre su escote, acompañado de una pulsera a juego y un anillo de piedras que refuerzan el estilo lujoso. “Mi primera tapa para Vogue Francia usando solamente Cartier. Esto estuvo en mi mente durante toda mi vida”, compartió Kardashian en sus redes sociales junto a la imagen.

El maquillaje, de estilo clásico, resalta su belleza con una piel mate, cejas definidas, pómulos sutilmente contorneados y labios en tono nude satinado. Sus ojos, enmarcados por un delineado discreto y máscara de pestañas negra, aportan intensidad sin sobrecargar el look. Su cabello, con ondas sueltas, enmarca el rostro y añade movimiento a la composición sobria de la paleta monocromática.
En otra fotografía de la sesión, tomada a color, Kim posa desnuda sosteniendo un tapado de piel sintética en tono gris topo que cubre parcialmente su torso, manteniendo la atención en las joyas y su presencia magnética.

La producción ha generado un gran impacto en redes sociales, donde los seguidores de la estrella han elogiado su audacia y el enfoque sofisticado de la sesión.
Esta aparición en Vogue Francia consolida aún más el estatus de Kim Kardashian como ícono de la moda y la cultura pop, demostrando una vez más su capacidad para reinventarse y sorprender al público.
