Quito, Ecuador – La Asamblea Nacional de Ecuador se encuentra inmersa en un debate trascendental que podría redefinir la política de seguridad y soberanía del país: la propuesta de reforma constitucional para permitir la instalación de bases militares extranjeras. Esta iniciativa, impulsada directamente por el presidente Daniel Noboa, busca modificar el Artículo 5 de la Constitución, que actualmente prohíbe la presencia de este tipo de instalaciones en territorio ecuatoriano.
El debate en el seno del Legislativo ha revelado profundas diferencias entre los asambleístas. Los partidarios de la reforma argumentan que la cooperación militar internacional es una herramienta indispensable para enfrentar el creciente poder del crimen organizado y el narcotráfico. Subrayan la necesidad urgente de contar con tecnología avanzada y recursos que, aseguran, son vitales para combatir la escalada de violencia y el control territorial que han ganado las redes criminales en Ecuador.
Por otro lado, los opositores a la propuesta expresan serias preocupaciones sobre la afectación a la soberanía nacional. Argumentan que las disposiciones constitucionales ya existentes permiten la cooperación internacional sin la necesidad de ceder territorio para bases militares permanentes. El temor a una pérdida de autonomía en decisiones estratégicas y a posibles injerencias externas son los pilares de su rechazo.
La reforma constitucional, para ser aprobada, requiere de un amplio consenso: necesita al menos 77 votos favorables en la Asamblea y, posteriormente, deberá ser ratificada mediante un referéndum popular. Este proceso democrático pondrá en manos de los ciudadanos la decisión final sobre un tema que tiene implicaciones directas en la seguridad y el futuro geopolítico del país. La alarmante situación de violencia que vive Ecuador resalta la urgencia de encontrar soluciones efectivas, y la cooperación militar extranjera se presenta como una opción controvertida en este complejo panorama.
