El encuentro entre los libertadores Simón Bolívar y José de San Martín, realizado en 1822. Esta reunión selló el destino político de la región y posicionó a la ciudad como escenario clave en la consolidación de la libertad.
Como homenaje permanente a este hecho, se erige en pleno centro de la ciudad uno de sus íconos patrimoniales: el Hemiciclo de La Rotonda, ubicado en la intersección de la avenida 9 de Octubre y el Malecón Simón Bolívar. Este monumento, concebido en 1913 e inaugurado en 1938, es una de las obras más representativas de la memoria histórica guayaquileña.
Su diseño escultórico fue encargado al artista español José Antonio Homs; la arquitectura fue responsabilidad de Juan Rovira y su ejecución estuvo a cargo de la Compañía Técnica Fénix.
La escena central muestra a Bolívar y San Martín estrechando sus manos, símbolo de respeto y unidad. A sus espaldas, un semicírculo de mármol formado por dos columnas principales y diez secundarias refuerza la solemnidad del acto. En cada columna lateral, se destacan las victorias que marcaron la gesta libertaria: del lado de Bolívar, Boyacá, Carabobo y Pichincha; del lado de San Martín, San Lorenzo, Chacabuco y Maipú.
La base del conjunto alberga una placa colocada por las Fuerzas Armadas el 26 de julio de 1972. Y un detalle que pasa desapercibido para muchos: en el suelo hay incrustado un clavo conmemorativo de bronce con la inscripción: Ejército Ecuatoriano. Instituto Geográfico Militar. Prohibido destruir. 3 años de prisión.
Con 15 metros de ancho y 18 de profundidad, el Hemiciclo de La Rotonda ocupa 279 metros cuadrados. Es, sin duda, el monumento más fotografiado de la ciudad. En estas fiestas, visítalo y revive un capítulo esencial de nuestra historia.


