La cúpula militar de Ecuador ha sido renovada en un momento crucial, marcado por una escalada de violencia criminal a casi dos años de la declaratoria de conflicto armado interno. Según el Gobierno, este cambio busca refrescar los cuadros y fortalecer la capacidad operativa de las Fuerzas Armadas en esta nueva fase de la guerra contra los grupos criminales. Ahora, el Ejército, bajo el liderazgo del general Henry Delgado, está al mando de la institución, tomando el control que la Armada había asumido con la llegada del presidente Daniel Noboa al poder.
El nuevo mando militar se enfrenta a desafíos enormes y urgentes. Entre ellos, se encuentran el aumento del control de la frontera con Colombia para frenar el narcotráfico, combatir la minería ilegal en 17 provincias y, lo más importante, reducir la alarmante cifra de muertes violentas que ha crecido en un 47% en el primer semestre de este año en comparación con el 2024. Este cambio de mando se produce justo antes de la visita del secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, un encuentro que busca fortalecer la cooperación bilateral en la lucha contra el crimen organizado.