mayo 30, 2025 | Actualizado ECT
mayo 30, 2025 | Actualizado ECT

La mina es estadounidense, pero los minerales son de China

Una mina brasileña de tierras raras respaldada por inversores estadounidenses ilustra el control de China sobre los minerales estratégicos que sustentan la economía moderna.

Escrito por delabridge

abril 17, 2025 | 16:45 ECT

El enorme pozo situado cerca de una diminuta localidad rural de Brasil tiene todos los elementos para resolver el repentino problema  de Occidente para encontrar metales críticos de tierras raras, esos elementos que son vitales para fabricar vehículos eléctricos, turbinas eólicas, misiles teledirigidos y robots.

Inaugurada el año pasado y  respaldada por inversionistas estadounidenses, es la única mina fuera de Asia que produce cantidades significativas de algunas de las tierras raras más difíciles de encontrar.

Como China controla la mayoría de las tierras raras y ahora retiene los metales estratégicos en medio de una guerra comercial cada vez más intensa, el gobierno estadounidense reveló discretamente el mes pasado que quiere financiar la ampliación de la mina brasileña.

Pero hay un obstáculo. La mina ya tiene un contrato para vender sus tierras raras a China.

“Eran el único cliente que podía procesar y separar el producto”, dijo Thras Moraitis, director ejecutivo de la empresa que maneja la mina Serra Verde. “La planificación premeditada de los chinos durante muchas, muchas décadas los ha ubicado en una posición en la que tienen un control muy fuerte”.

La mina de Brasil pone al descubierto que, en lo que respecta a los minerales vitales para la economía y los campos de batalla del mañana, Occidente está muy atrasado y tiene pocas buenas opciones para ponerse al día.

China domina la extracción y el procesamiento de tierras raras, un conjunto de 17 elementos esenciales para industrias como la automovilística, de semiconductores, aeroespacial y de defensa. Aunque abundan en la corteza terrestre, son difíciles de extraer y separar, y Estados Unidos y otros países occidentales han dejado, en gran medida, ese trabajo en manos de China.

En el caso de algunas tierras raras “pesadas” que son críticas —llamadas así porque tienen números atómicos más altos en la tabla periódica—, China es esencialmente el único país que puede separarlas y procesarlas.

Las tierras raras han llegado a ser tan codiciadas porque ayudan a fabricar los potentes imanes que necesitan los nuevos automóviles, misiles y aviones no tripulados. Aunque las tierras raras “ligeras” constituyen la mayor parte de esos imanes, las pesadas también son necesarias para evitar que los imanes se debiliten o se destruyan a altas temperaturas.

Si está interesado en licenciar este contenido contáctese con [email protected]