La pareja más icónica del fútbol mundial, Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez, está a punto de dar el “sí, quiero” en un evento que ha capturado la atención global. Tras nueve años de una relación llena de altibajos, éxitos deportivos y momentos familiares inolvidables, la prensa portuguesa ha filtrado los primeros detalles de su boda, confirmando que se celebrará en la isla de Madeira, cuna del astro luso, después del Mundial de 2026. Esta noticia llega meses después de su romántico compromiso en agosto pasado, donde Ronaldo sorprendió a su novia con un anillo espectacular a la 1:00 de la madrugada, un gesto espontáneo que él mismo describió como “un capítulo bonito de la vida”.
Según el medio local Jornal da Madeira, la ceremonia religiosa se llevará a cabo en la majestuosa catedral de Funchal, un lugar emblemático que simboliza las raíces de Cristiano. La recepción y la fiesta posterior tendrán lugar en un exclusivo hotel de lujo en la isla portuguesa, garantizando un ambiente de privacidad y elegancia. Aunque aún no hay una fecha fija, Ronaldo confirmó en una entrevista con el periodista Piers Morgan que el enlace se pospondrá hasta después del campeonato mundial, que se disputará del 11 de junio al 19 de julio de 2026 en México, Estados Unidos y Canadá. “Si Portugal llega a la final el 19 de julio, la boda no será antes”, precisó el delantero del Al-Nassr, quien ya ha asegurado la clasificación de su selección para el torneo.
Georgina, conocida por su estilo de vida discreto pese a su fama en redes sociales, ha influido en la decisión de mantener el evento íntimo. “A ella no le gustan las grandes fiestas, prefiere las cosas privadas”, reveló Cristiano, descartando así un espectáculo mediático al estilo de otras bodas de celebridades. La pareja, que se conoció en 2016 en una tienda Gucci de Madrid —donde ella trabajaba como dependienta y él entró acompañado de su hijo mayor—, ha priorizado siempre la familia por encima de todo. Juntos tienen cinco hijos: Cristiano Jr., los mellizos Eva y Mateo, Alana Martina, y la pequeña Bella Esmeralda, nacida en 2022. Trágicamente, también perdieron a un bebé, Ángel, en abril de ese mismo año, un dolor que ha fortalecido aún más su vínculo.
El compromiso, anunciado por Georgina con la emotiva frase “Sí, quiero. En esta y en todas mis vidas”, fue un momento mágico e improvisado. “Uno de mis amigos estaba grabando, era la 1:00 de la madrugada. Mis hijas estaban durmiendo. Mi amigo me dio el anillo, se lo di [a Georgina] y llegaron mis hijas. No lo planeé. Fue un momento bonito, hice un discurso sencillo. No soy muy romántico, soy romántico a mi manera. Ella es la mujer de mi vida”, confesó Ronaldo. La influencer, de origen argentino y convertida en una estrella de Netflix con su docuserie Soy Georgina, mostró el impresionante anillo a sus millones de seguidores, desatando una ola de felicitaciones.
Desde su primer encuentro —que ella recordó con cosquillas en el estómago y él como “un clic” inolvidable— hasta su debut público en los premios The Best de la FIFA en 2017, la relación ha resistido traslados desde Madrid a Turín, Manchester y ahora Riad. Recientemente, la pareja hizo una aparición estelar en la Casa Blanca, asistiendo a una cena de gala organizada por el presidente Donald Trump, demostrando que su amor sigue brillando en los reflectores.
Esta boda no solo marca el cierre de una década de romance, sino que inspira a miles de fans que han seguido su historia. Con Portugal clasificado para el Mundial y el futuro familiar asegurado, Cristiano y Georgina demuestran que “las cosas buenas llegan en el momento adecuado”, como bien dijo él. El mundo del deporte y el entretenimiento espera con ansias más detalles, pero por ahora, Madeira se prepara para acoger uno de los enlaces más románticos del año.
