Lamine Yamal, la joven estrella del FC Barcelona, ofreció una entrevista reveladora en el pódcast Resonancia de Corazón, conducido por José Ramón de la Morena. A sus 18 años, el futbolista se sinceró sobre su vida personal, su ambición deportiva y los desafíos que han definido su historia, mostrando una madurez y humildad que han conmovido a sus seguidores.

Un ascenso meteórico con los pies en la tierra
Lamine habló de cómo la fama ha transformado su vida: “Antes podía salir con mis amigos, pero ahora es imposible. En la pretemporada en Corea, Japón, China… no podía salir. Pero estoy feliz”. Su ambición es clara: no se conforma con un Balón de Oro, sino que sueña con “tener muchos”. Sin embargo, su prioridad sigue siendo el Barcelona, el club que lo vio crecer: “Si llega [el Balón de Oro], seré muy feliz, pero hay que ir ganando con mi equipo”.

Recordó con una sonrisa su debut con el primer equipo a los 15 años, convirtiéndose en el jugador más joven en debutar con el Barcelona en el siglo XXI. “Estaba en el juvenil, no jugaba nunca. Un día marqué dos goles en un partidillo con el primer equipo, y poco después me convocaron. Debuté contra el Betis, íbamos 3-0, y dije: hoy es mi día”, relató.

El pilar de su vida: su madre, Sheila Ebana
El momento más emotivo llegó al hablar de su madre, a quien describió como “mi reina, lo que más quiero”. Lamine destacó el esfuerzo de Sheila por sacarlo adelante: “No podía estar mucho conmigo por el trabajo, pero siempre me hacía la cena”. Gracias a su éxito en el fútbol, le regaló una casa: “Le pregunté por la zona y le dije que la que ella quisiera”. También expresó su satisfacción por mejorar la vida de su familia: “Veo a mi madre feliz, a mi hermano con la infancia que yo hubiera querido, a mi padre y mi abuela tranquilos. Es todo lo que un niño puede pedir”.


El doloroso episodio del apuñalamiento de su padre
Uno de los momentos más duros fue relatar el apuñalamiento que sufrió su padre en agosto de 2024. “Estaba en el coche, venía de comprar ropa. Mi prima me llamó y me lo contó. Quise ir a Mataró, pero no me dejaron. Me llevaron a casa y me encerraron”, confesó. Afortunadamente, su padre se recuperó, y Lamine pudo visitarlo al día siguiente, un alivio que marcó su relato.

Su infancia y la fiesta de cumpleaños que dio que hablar
Lamine compartió detalles de su infancia humilde, marcada por el esfuerzo de su familia: “Mi abuela se coló en un bus desde Marruecos para llegar a Mataró. Mi madre vino de Guinea. Vivimos en casas prestadas hasta que mis padres se separaron”. También aclaró el revuelo mediático por su fiesta de 18 años: “No me cabreé, me hizo gracia. Dijeron mentiras, como que elegía a las chicas de cierta forma. No me importa lo que digan. Cuanto mejor juegue, más hablarán”.

Un futuro sin límites
Con una carrera que promete ser legendaria, Lamine no olvida sus raíces. Recordó con cariño cuando su madre le regaló una PlayStation 4, “que lo era todo” para él, y aseguró: “Puedo tener la mansión más grande, pero estaré siempre en la sala de la Play”. Su historia, contada con sinceridad en el pódcast, refleja a un joven que combina talento, humildad y una conexión profunda con su familia, dispuesto a alcanzar todas sus metas.
