Lando Norris se encontró en el centro de la polémica tras el Gran Premio de México 2025 al realizar declaraciones que fueron interpretadas como una crítica a la atmósfera de la Fórmula 1 en ciertos países. El piloto de McLaren comentó que en circuitos donde no hay un apoyo local masivo hacia él o su equipo, siente que “cae mal” o que el ambiente se percibe como “neutral” y menos apasionado. Sus palabras generaron un fuerte debate entre los aficionados y la prensa especializada, quienes las vieron como un dardo directo a la pasión de la afición mexicana, que respalda fervorosamente a Sergio Pérez, o como una queja general sobre la falta de ambientes vibrantes fuera de los circuitos europeos tradicionales.
Norris ha tenido una relación complicada con el público en el pasado por comentarios similares, y esta nueva observación refuerza la percepción de que el joven británico no siempre mide el impacto de sus palabras, especialmente en contextos culturales diferentes a los europeos, provocando críticas sobre su sensibilidad y conexión con la base global de seguidores del deporte. Esta situación pone en relieve la creciente necesidad de los pilotos de ser más conscientes del impacto mediático global de sus opiniones.








