La familia real española, formada por el rey Felipe VI, la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía, ha protagonizado una nueva salida cultural en Palma de Mallorca, consolidando su tradición de disfrutar del verano en la isla. Esta vez, visitaron la gran exposición ‘Paysage Miró’, dedicada al genial artista Joan Miró, en el emblemático edificio gótico de Sa Llonja. Acompañados por Joan Punyet, nieto del pintor, los Reyes y sus hijas recorrieron la muestra, que exhibe diez esculturas monumentales en bronce creadas entre 1940 y 1970, como parte de una macroexposición que abarca cuatro centros de arte en la ciudad.
La visita, de carácter privado, destacó por su ambiente distendido. El Rey lució un atuendo veraniego con pantalones claros y camisa azul marino, mientras que la Reina optó por un vestido rosa de Boss y alpargatas planas. La infanta Sofía recicló un vestido estampado de Babbaki de 2013, y la princesa Leonor llevó un modelo largo de Easy Wear.
A su llegada, la familia saludó a los ciudadanos congregados en las inmediaciones, compartiendo apretones de mano y selfies, una práctica en la que Leonor y Sofía se muestran cada vez más naturales.
La exposición ‘Paysage Miró’, inaugurada el 1 de agosto, rinde homenaje al legado del artista, quien vivió en Mallorca durante más de tres décadas. Con más de cien obras que abarcan desde 1916 hasta 1981, la muestra se distribuye entre Sa Llonja, la Fundación Miró Mallorca, el Casal Solleric y Es Baluard, ofreciendo una visión completa de la obra del pintor y escultor. La conexión de Miró con la familia real es profunda: el artista fue amigo del rey Juan Carlos, y en 2017, la familia de Miró donó doce esculturas de bronce al Palacio de Marivent, exhibidas en sus jardines.
Esta salida cultural se suma a otras actividades veraniegas de los Reyes y sus hijas en Mallorca, como la reciente visita de doña Letizia y sus hijas al cine Rivolí para ver un documental, o el acompañamiento de la princesa Leonor a su padre en el Real Club Náutico durante la Copa de Vela Mapfre. Estas apariciones reflejan el compromiso de la familia real con la isla, combinando momentos de ocio con su interés por la cultura y las tradiciones locales.
