Guayaquil, Ecuador – Una alarmante cifra sobre el poder económico de las bandas criminales en Ecuador ha salido a la luz, revelando que la organización delictiva conocida como Los Tiguerones se estaría lucrando con aproximadamente dos millones de dólares anuales mediante la extorsión sistemática a familias y comerciantes en el sector de Nueva Prosperina, una zona de Guayaquil.
Estos detalles fueron expuestos por Pablo Dávila durante una sesión dedicada al análisis de la ley para desarticular la economía criminal, destacando la magnitud del impacto financiero que estas estructuras tienen sobre la población civil y la economía local. La extorsión se ha convertido en una de las principales fuentes de ingresos para estas bandas, afectando gravemente la seguridad y la tranquilidad de los ciudadanos.
La situación en Nueva Prosperina es un reflejo de la compleja crisis de seguridad que atraviesa Ecuador, donde grupos criminales han expandido sus operaciones y diversificado sus métodos de financiamiento. La implementación de leyes para combatir la economía del crimen es vista como un paso crucial para debilitar a estas organizaciones desde sus cimientos financieros. Sin embargo, el desafío persiste en la capacidad de las autoridades para desmantelar estas redes y proteger a la población de este tipo de delitos que minan la vida cotidiana y el desarrollo de las comunidades.