Ciudad del Vaticano – Los zapatos rojos del Papa, una de las tradiciones más emblemáticas de la Iglesia Católica, han capturado la atención del mundo tras la elección de León XIV el 8 de mayo de 2025. Este distintivo calzado, usado por el nuevo pontífice, Robert Francis Prevost, no solo es un accesorio litúrgico, sino un símbolo cargado de historia, poder y, en tiempos modernos, humildad. Mientras el Papa recorre la Plaza de San Pedro, sus zapatos rojos evocan siglos de tradición y generan curiosidad sobre su significado en el contexto actual.
Históricamente, los zapatos rojos, conocidos como “mule papali”, eran un signo de autoridad y riqueza, confeccionados en seda o terciopelo y adornados con bordados de oro o cruces. Su origen se remonta al Imperio Romano, cuando el rojo era reservado para la élite, y se consolidó en la Edad Media como un distintivo de los papas, quienes los combinaban con vestimentas blancas para destacar su rol como vicarios de Cristo. Según expertos vaticanos, el color rojo simboliza la sangre de los mártires y el sacrificio de Jesús, un recordatorio de la misión espiritual del pontificado.
Sin embargo, la tradición ha evolucionado. Juan Pablo II modernizó el calzado al optar por zapatos de cuero rojo, más simples y funcionales, mientras que Benedicto XVI recuperó un estilo más clásico, encargando sus pares al zapatero peruano Antonio Arellano. En contraste, el papa Francisco rompió con la costumbre al usar zapatos negros de cordones, un gesto de humildad que reflejaba su estilo austero. León XIV, de raíces estadounidenses y peruanas, ha sorprendido al retomar los zapatos rojos, pero con un diseño sobrio, alineándose con la simplicidad de Francisco mientras honra la tradición.
Durante su primer Regina Coeli el 11 de mayo de 2025, los zapatos rojos de León XIV fueron un punto de interés para los más de 100,000 fieles reunidos en la Plaza de San Pedro. “Son un recordatorio de que el Papa camina sobre los pasos de los mártires, pero también de su compromiso con los más necesitados”, señaló el historiador vaticano Giovanni Maria Vian. El calzado, fabricado por un artesano italiano, es de cuero pulido con una cruz discreta, combinando elegancia y simbolismo.
La elección de León XIV de usar zapatos rojos también ha generado debate. Algunos fieles lo ven como un retorno a la pompa vaticana, mientras que otros lo interpretan como un equilibrio entre tradición y modernidad. “El Papa no es solo un líder espiritual, sino un símbolo global. Sus zapatos rojos nos conectan con la historia y nos inspiran a mirar hacia el futuro”, comentó una peregrina española en Roma.
Más allá de la estética, los zapatos rojos son un recordatorio de la complejidad del papado en el siglo XXI. León XIV, quien en su primer mensaje abogó por la paz en Ucrania y Gaza, parece usar este símbolo para unir el legado de la Iglesia con los desafíos contemporáneos. Mientras el mundo observa sus pasos, los zapatos rojos del Papa seguirán siendo un emblema de fe, sacrificio y la búsqueda de un liderazgo que trascienda fronteras.