Un estudio con 88.000 adultos, liderado por Daniel Windred de la Universidad de Flinders, reveló que la exposición a luz brillante después de medianoche aumenta entre un 23% y 56% el riesgo de enfermedades coronarias, ataques cardíacos, insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular y accidentes cerebrovasculares, según Earth el 21 de julio de 2025.
Analizando 13 millones de horas de datos de sensores de muñeca (2013-2016) y registros médicos durante ocho años, los investigadores hallaron que la luz nocturna, incluso de lámparas, pantallas o faros, altera los ritmos circadianos, afectando la liberación de melatonina. Esta hormona, que regula la presión arterial nocturna, se reduce a la mitad con 100 lux, causando constricción de vasos sanguíneos.
Los participantes del grupo con mayor exposición lumínica, medida con fotómetros, solo necesitaron una hora de luz entre medianoche y las 6:00 para mostrar problemas cardiovasculares, independientemente de edad, tabaquismo, genética o sueño, según la Revista de la UNAM. El estudio destaca la necesidad de minimizar la luz nocturna para proteger la salud del corazón.