El 1 de septiembre, Nicolás Maduro calificó el despliegue militar de EE. UU. en el Caribe como la mayor amenaza regional en un siglo, denunciando ocho buques con 1.200 misiles y un submarino nuclear como una acción “criminal y sangrienta”. En una reunión virtual de CELAC, convocada por Colombia, el canciller Yván Gil acusó a EE. UU. de violar el Tratado de Tlatelolco y la zona de paz de 2014, usando el supuesto Cartel de los Soles como pretexto.
Gil afirmó que solo el 5% del tráfico de cocaína desde Colombia pasa por Venezuela, con un 70% incautado por la FANB y la Policía. Venezuela alertó sobre 4.200 tropas estadounidenses listas para invadir y exigió su retiro inmediato, instando a los 33 países de CELAC a defender la paz regional. Maduro aseguró que el país está preparado para responder ante cualquier conflicto, destacando los esfuerzos antidrogas de su gobierno.