El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció el 21 de mayo de 2025 que financiará proyectos en los diez circuitos comunales de cada estado con mayor participación electoral en las elecciones regionales y parlamentarias del 25 de mayo. Estas elecciones, organizadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), incluyen la elección de gobernadores, 285 deputados de la Asamblea Nacional y legisladores regionales, así como autoridades para la Guayana Esequiba, un territorio de 160,000 km² en disputa con Guyana. Maduro, en un acto transmitido por VTV, destacó que la estatal Corporación Juntos Todo es Posible ejecutará las obras, enfatizando que la iniciativa no distingue entre chavistas, opositores o independientes.
La inclusión de la Guayana Esequiba en los comicios, con un gobernador y ocho deputados, ha escalado tensiones con Guyana, que considera esta acción una violación de su soberanía. La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenó a Venezuela abstenerse de realizar elecciones en la zona, pero el chavismo insiste en su reclamo, basado en el Acuerdo de Ginebra de 1966, según el cual el territorio pertenece a Venezuela. La oposición, liderada por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, rechaza los comicios, denunciando fraude en las presidenciales de 2024 y llamando a la abstención.
Maduro defendió la legitimidad de las elecciones, argumentando que reflejan la voluntad popular y no están sujetas a presiones externas. Sin embargo, la comunidad internacional, incluidos países como Chile y Estados Unidos, ha cuestionado la transparencia del proceso electoral venezolano, exigiendo acceso a actas verificables. La decisión de incluir al Esequibo en las elecciones, junto con la promesa de financiar proyectos en zonas de alta votación, intensifica el conflicto diplomático y refuerza la percepción de una estrategia para consolidar el control político del chavismo.
