El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ordenó este jueves la realización de una inusual “marcha marítima” con embarcaciones pesqueras, como gesto de repudio a la presencia de buques de guerra estadounidenses en las costas del país.
Según medios oficiales, la movilización estuvo compuesta por milicianos bolivarianos y pescadores, quienes navegaron en pequeños botes y lanchas en aguas del litoral central, en lo que el Gobierno calificó como una “demostración de soberanía y resistencia popular frente al imperialismo”.
La acción se produce en medio de la tensión regional tras el despliegue de tres destructores estadounidenses en el mar Caribe, parte de la estrategia de Washington para frenar el narcotráfico en la zona. Desde Caracas, el régimen de Maduro ha denunciado esta operación como una provocación militar directa.
Maduro, en un discurso transmitido por la televisión estatal, aseguró que “Venezuela no se amedrenta” y que su pueblo está dispuesto a defender el territorio en cualquier frente. “Si vienen con barcos de guerra, aquí está la fuerza moral y la dignidad de nuestra milicia y pescadores”, afirmó.
Mientras tanto, expertos militares y analistas internacionales han restado relevancia al valor estratégico de la “marcha marítima”, aunque advierten que forma parte del discurso propagandístico del chavismo para reforzar su narrativa de resistencia frente a Estados Unidos.
El episodio se suma a un escenario de creciente tensión diplomática y militar entre Caracas y Washington, que en los últimos días ha derivado en declaraciones cruzadas, movilización de tropas y advertencias de ambos gobiernos.