La marcha convocada por organizaciones sociales fue detenida por la Policía Nacional en el sector de La Villaflora, al sur de Quito, cuando intentaba avanzar hacia el centro histórico. Los uniformados, apoyados por unidades motorizadas y de control de multitudes, impidieron el paso de los manifestantes para evitar incidentes en zonas de alta concentración ciudadana.
El operativo se desarrolló en el marco del estado de excepción decretado por el Gobierno Nacional, ante el aumento de la conflictividad social en varias provincias del país. En el lugar se reportaron momentos de tensión entre los participantes y los efectivos, aunque no se registraron enfrentamientos mayores.
Las autoridades justificaron la medida como una acción preventiva para proteger bienes públicos y garantizar la seguridad de los habitantes y turistas que visitan la capital durante el feriado.
Mientras tanto, los dirigentes sociales anunciaron nuevas movilizaciones y denunciaron una supuesta “represión” del Estado, aunque aseguraron que continuarán con las protestas de forma pacífica.