La prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, rechazó las declaraciones del alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, quien la acusó de “peculado” y de actuar como “marioneta del poder central” en relación con la obra del paso elevado en el sector de Los Ceibos.
En una entrevista con el medio digital Outsiders, Aguiñaga explicó que no mantiene comunicación con el alcalde porque —según dijo— “cree que gritando o hablando de manera peyorativa se consiguen las cosas”. Relató que, al inicio del proceso, sí intentó contactarlo para que respondiera dentro del marco legal, pero que su reacción le sorprendió.
“Yo soy abogada y debo cumplir con la ley. A raíz de eso no tengo coordinación con él”, puntualizó. También señaló que espera una respuesta formal del Municipio de Guayaquil, tras recibir denuncias ciudadanas por el cierre de carriles en la avenida del Bombero. “Si no está haciendo la obra, levante los impedimentos del libre tránsito. Si el Municipio no está de acuerdo, hay recursos para impugnarlos, porque las bravuconadas no sirven”, enfatizó.
Por su parte, Álvarez había sostenido que la actuación de la Prefectura podría configurar “peculado” y que la Contraloría “puede iniciar acciones”. Además, afirmó que los asesores de Aguiñaga la llevaron a cometer “un grave error jurídico” y reiteró que ese sería su último comentario sobre el tema en redes sociales.
El enfrentamiento entre ambas autoridades añade un nuevo capítulo a la disputa política por la obra en Los Ceibos, mientras la ciudadanía del sector continúa afectada por problemas de tránsito derivados de la intervención vial.