La prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, ha marcado una clara distancia con el expresidente Rafael Correa al autodenominarse la “oveja negra” de la Revolución Ciudadana, tras discrepar con su postura sobre un presunto fraude en las elecciones presidenciales de abril de 2025, donde Daniel Noboa se impuso a Luisa González. En declaraciones a Ecuavisa, Aguiñaga enfatizó su compromiso con la democracia, reconociendo los resultados validados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y priorizando la gestión provincial sobre disputas políticas. “Prefiero ser la oveja negra que callar mi voz y dejar que se impongan voces que no suman al fortalecimiento de la democracia”, afirmó.
Por su parte, Correa, en una entrevista con Radio Morena, respondió con un tono conciliador, calificando a Aguiñaga como “una oveja muy blanca” y expresando desconocer las razones detrás de sus declaraciones. Sin embargo, el exmandatario mantuvo su teoría de fraude, respaldada por un informe forense europeo sobre el uso de tinta transferible en las papeletas, aunque esta denuncia fue desestimada por el Tribunal Contencioso Electoral.
Las tensiones internas en la Revolución Ciudadana también se reflejaron en críticas de Correa al alcalde de Quito, Pabel Muñoz, por señalar una falta de coordinación en la comunicación de los resultados electorales. Aguiñaga, quien renunció a la presidencia del movimiento en octubre de 2023 tras críticas de Pierina Correa, ha mostrado un enfoque pragmático, manteniendo una relación cordial con Noboa para garantizar recursos para Guayas. Su postura disidente ha generado debate sobre el futuro de la unidad del correísmo, mientras ella se enfoca en su labor como prefecta y en evitar la polarización política en el país.
