Desde el 21 de junio, más de 2,000 terremotos han sacudido las islas Akuseki y Kodakara, en el archipiélago Tokara, suroeste de Japón, según la Agencia Meteorológica Japonesa. Un sismo de magnitud 5.5 a principios de julio forzó la evacuación de unos 60 residentes.
Temblores de magnitud 4 continuaron el domingo y lunes, generando nerviosismo y dificultando el sueño y las actividades diarias. Las autoridades permitirán el regreso de los evacuados solo tras cinco días consecutivos sin sismos de magnitud 4 o superior.
Japón, ubicado en el Anillo de Fuego, es propenso a terremotos frecuentes. Sus infraestructuras están diseñadas para resistirlos, pero la persistente actividad sísmica mantiene en alerta a la población.
La situación en las islas Tokara refleja los desafíos de vivir en una de las zonas sísmicas más activas del mundo, con impactos en la vida cotidiana y la planificación de retorno de los evacuados.