Este miércoles 7 de agosto, miles de ciudadanos se movilizaron en Medellín y otras ciudades de Colombia en apoyo al expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien recientemente fue condenado a 12 años de detención domiciliaria por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal.
La movilización inició en la Avenida Oriental con La Playa y concluyó en el Parque de las Luces, en pleno centro de Medellín. Vestidos de blanco y portando banderas, pancartas y carteles con frases como “Uribe es inocente” y “Marchamos por la democracia”, los asistentes expresaron su rechazo a lo que consideran una persecución política contra el exmandatario.
El respaldo al líder del Centro Democrático se basa en su legado durante la presidencia entre 2002 y 2010, cuando implementó su política de seguridad democrática, considerada clave en la reducción de la violencia guerrillera y del narcotráfico. Sus simpatizantes afirman que la condena responde a intereses ideológicos y no a una verdadera búsqueda de justicia.
Además de Medellín, la marcha se replicó en más de 25 ciudades como Bogotá, Cali, Cartagena, Barranquilla y Bucaramanga, e incluso en ciudades del exterior, como Miami, Madrid y Nueva York. La convocatoria fue promovida por sectores afines al uribismo bajo el lema: “Marcha por la libertad y la democracia”.
¿Por qué fue condenado Uribe?
El expresidente enfrenta un proceso judicial desde 2018, cuando fue investigado por supuestamente manipular testigos para desvirtuar acusaciones sobre vínculos con grupos paramilitares. La Corte Suprema encontró indicios suficientes y, tras años de procesos, fue sentenciado el pasado 1 de agosto a 12 años de prisión domiciliaria.
La manifestación también coincidió con la conmemoración de la Batalla de Boyacá, lo que añade una carga simbólica al evento: los uribistas lo presentan como una lucha por la libertad y la democracia, mientras otros sectores defienden la decisión judicial como una muestra de institucionalidad y rendición de cuentas.
La polarización en Colombia se intensifica, con una ciudadanía dividida entre quienes defienden a Uribe como líder político y quienes lo ven como responsable de crímenes que deben ser juzgados sin impunidad.