Una multitudinaria marcha motorizada se tomó este lunes 13 de octubre la vía E-35 en Imbabura, provincia que se ha consolidado como el epicentro de las protestas convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) en rechazo al aumento del precio del diésel de $1,80 a $2,80. Decenas de personas se movilizaron en baldes de camionetas, automóviles, motocicletas y camiones, partiendo desde puntos como Pinsaquí, en San Juan de Ilumán. El destino de la caravana era, según reportes, Ibarra o Antonio Ante para una posible reunión con autoridades.
La caravana se desarrolló entre gritos de “¡viva el paro!” y el sonido constante de bocinas y cornetas en ciudades como Otavalo, con carteles que expresaban “apoyo a la resistencia”. La Policía monitoreó la situación en algunas calles, mientras se mantenían los cierres viales en la arteria principal al cumplirse 22 días de movilizaciones. Paralelamente a esta manifestación, el ministro del Interior, John Reimberg, anunció el envío de un convoy desde Quito hacia Imbabura para abrir vías y entregar ayuda humanitaria.
El convoy, que contaría con víveres, medicinas, gas e insumos, además de autoridades nacionales, organismos de derechos humanos, Fiscalía y Cruz Roja, estaba previsto para salir del aeropuerto Mariscal Sucre de Quito alrededor de las 11:30. No obstante, el ministro Reimberg elevó el tono de sus críticas a través de redes sociales, al publicar fotos y videos de manifestantes, calificando el acto como “terrorismo”. “Grupos de personas que salen de Cotacachi y San Pablo armados y con las placas ocultas. 200 vehículos con 1.000 personas. Esto no se trata de una manifestación, es terrorismo”, aseguró el funcionario gubernamental.