El gobierno de México, bajo la dirección de Claudia Sheinbaum, está desplegando esfuerzos diplomáticos para evitar la entrada en vigor de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos, previstos para el 1 de agosto de 2025. Sheinbaum considera una posible llamada con el presidente Donald Trump, aunque prioriza los avances de los equipos de trabajo de ambos países. Su administración asegura que se está haciendo ‘todo lo posible’ para sortear esta amenaza comercial.
Donald Trump anunció el 12 de julio la imposición de tarifas del ’30 por ciento a los productos mexicanos que se envíen a Estados Unidos, al margen de todos los aranceles sectoriales’. Estas tarifas, sujetas a modificación según la relación bilateral, se justifican por la ‘falta de acción de México para detener a los cárteles’ y el flujo de drogas hacia EE. UU. Trump advirtió que cualquier represalia arancelaria por parte de México resultaría en un aumento adicional sobre el 30% ya establecido. Sin embargo, también ofreció una exención de aranceles si las empresas mexicanas deciden manufacturar sus productos en territorio estadounidense, facilitando los procesos de aprobación para tales inversiones.
Actualmente, un equipo mexicano está en diálogo con el Departamento de Comercio y el Departamento del Tesoro de EE. UU., proponiendo soluciones relacionadas con el ‘Plan México’ y abordando la preocupación de Trump sobre el déficit comercial. Esta situación subraya la tensión en las relaciones económicas bilaterales y la complejidad de los desafíos en materia de seguridad y comercio entre ambos países, con México buscando activamente un entendimiento para mitigar un impacto económico significativo en sus exportaciones.